La expresión «negar el pan y la sal» se ha utilizado durante siglos para referirse al mayor desprecio que alguien puede mostrar hacia otra persona. Pero ¿de dónde proviene esta metáfora?
Su origen se remonta a las antiguas civilizaciones griega y romana, donde la hospitalidad era un deber sagrado. Compartir pan y sal con un huésped no solo era un gesto de generosidad, sino un vínculo de respeto que se transmitía de generación en generación. Negarlo, en cambio, era un ultraje imperdonable.
En Restaurante Botánico, donde la hospitalidad es un pilar de nuestra identidad, queremos hablar sobre dos elementos esenciales de nuestra propuesta gastronómica: las masas (el pan) y las ensaladas (la sal). Dos productos que, más allá de su sabor, llevan consigo siglos de historia y tradición.
Las ensaladas: Un legado de Roma
El término ensalada proviene del latín salata, una abreviatura de herba salata (hierbas saladas). En la Antigua Roma, era común condimentar las verduras con salmuera (una mezcla de agua y sal), aceite de oliva y vinagre, un aderezo que con el tiempo evolucionó hasta las ensaladas que conocemos hoy.
En Botánico, nuestras ensaladas frescas rinden homenaje a esta tradición con combinaciones equilibradas de hortalizas, queso fresco, atún y otros ingredientes de primera calidad. Son el complemento perfecto para cualquier comida, realzando los sabores con el toque justo de sal.
El pan: Un símbolo de prosperidad
Desde tiempos remotos, el pan ha sido mucho más que un alimento. En latín, panis se refería a la masa de harina cocida que alimentaba a ciudadanos y soldados romanos. Era el sustento diario y un símbolo de felicidad y prosperidad (de ahí la expresión «los niños nacen con un pan bajo el brazo»).
Incluso la palabra compañero proviene de cum panis, que significa «aquel con quien compartimos el pan», reforzando la idea de que este alimento crea lazos entre las personas.
En Restaurante Botánico, nunca negamos ni el pan ni la sal. Al contrario, los celebramos con nuestras masas artesanales, hechas en casa, fermentadas lentamente y estiradas a mano para lograr una textura supercrujiente y alveolada. De ellas nacen nuestras cocas y pizzas de masa madre, perfectas para compartir en cualquier ocasión (y disponibles sin gluten).
La tradición de compartir en Botánico
Así como en las culturas antiguas compartir el pan y la sal era una muestra de hospitalidad, en Botánico queremos que cada visita sea una experiencia de conexión y disfrute.
Nuestras ensaladas frescas y nuestras pizzas y cocas artesanas están pensadas para fortalecer esos lazos, para que cada comida sea un momento especial.
Te esperamos para compartir juntos estos sabores y seguir honrando esta tradición gastronómica que ha perdurado a lo largo de los siglos.


